martes, 29 de julio de 2014

Las 30 cosas más sobrevaloradas

1. Sexo en el mar. Vienen olas, entra agua por todos lados y rechina. No es como en las pelis. 


2. Las puestas de sol. Son un coñazo. El sol va bajando y se deja de ver. Ahá. ¿Algo más?


3. Ir en camello. Te duele el culo, te sientes gilipollas, pasas momentos de miedo, va lento y a los 5 minutos ya te quieres bajar.


4. Los gatos. Internet está plagado de ellos. Pero a la hora de la verdad no son más que animales silenciosos que pasan de tu culo.


5. El caviar. Es caro porque escasea. Pero no son más que bolitas negras con sabor a marisco con un precio absolutamente desorbitado.

6. Change.org. Sirve para que te sientas bien sin mover el culo de la silla, pero a los gobiernos les da exactamente igual el 90% de las veces.


7. Los años de uni. No eran para tanto. No tenías un pavo y había que estudiar todo el rato. 


8. Ryan Gosling. Su cara de perro mojado no esconde el hecho de que tenga cazo. ¡No está tan bueno por Dios!


9. El jazz. Asúmelo. No lo entiendes. Puedes poner cara de que sí, pero el jazz solo lo disfrutan unos pocos.


10. "2001. Una odisea en el espacio". La cantidad de marihuana que tienes que fumar para que sea entretenida no cabe en una piscina olímpica.


11. Los eclipses. Los ves en las noticias y te emocionas. Luego llega el momento, pasa rápido y son una mierda como un piano.


12. Los Gin Tonics. Son los reyes del Postureo. No he oído tantas tonterías sobre un cocktail como de éste. Y son todos igual de insulsos. Tómate 3 y querrás irte a la cama con la boca amarga.

13. El turismo rural. Desconectar no mola tanto. No hay wifi. Un paseo por el bosque está bien. Al 2º día el cuerpo ya te pide marcha a gritos.


14. Las series y las pelis de tu infancia. ¿Has vuelto a ver Padres forzosos? ¿Y Los Goonies? ¿A que no tardas más de 5 minutos en cambiar de canal?


15. Jennifer Lopez. ¿Esa cara? ¿Su culo asegurado por miles de dólares? ¿Pero estamos locos?  Se puede hacer surf en esa celulitis.


16. Las tias hipster. Visten como señoras y no enseñan nada. A los tíos nos mola ver un poco de carne, no una dependienta estirada de Uterqüe.


17. El 90% de los partidos de futbol. El partido del siglo, un encuentro histórico... Empate a cero o uno a cero con un gol de rebote en la mayoría.



18. Ver fotos viajes de colegas. No te molestes. Si yo no salgo, no le voy a hacer ni puto caso.

19. Martes y Trece. "¡Qué buenos eran!" "¡Quiero un sopa!". Es el humor más simplón y fácil escrito jamás. 


20. La movida madrileña. Ya basta por favor. Casi toda la música era horrenda. Y de la moda valen tres cositas. Pasemos página, please.


21. Las joyas. Que un bien sea escaso no quiere decir que sea bonito. Pagar un millón de euros por una piedra es una barbaridad.

22. El arte abstracto. Uno de los reyes de lo sobrevalorado. Nadie. NADIE. Ni el autor lo entiende. Solo entiende que se mete en el bolsillo €10.000 por unas manchas en un lienzo. 


23. La playa. Cuando estás en la ciudad y ves fotos mola mucho. Pero tiene un lado oscuro, lleno de quemaduras, salitre, pañales flotando, masificaciones y bocatas con arena.


24. Los discos de vinilo. Para decorar están bien, pero son enormes, se rayan con mirarlos y no caben en un pendrive. Y NO SE OYEN MEJOR.


25. El cine en 3D. Es carísimo, incómodo y en la mayoría de las pelis está fatal conseguido. Y con las gafas pareces idiota.  


26. La poesía. Nadie lee poesía. Unos pocos la escriben (pero me ha dicho un pajarito que ni ellos mismos leen poesía). 

27. El quijote. El libro más sobrevalorado de la historia junto con La Biblia. "Innovador", "Original", "Obra Maestra"... Lo realmente heroico es terminárselo.


28. Los penes grandes. Para fardar de paquete, ok. Pero si son excesivamente grandes, duelen. Y lo sabes.


29. Bob Dylan. "Intelecto descomunal", "Inteligencia desbordante". No es el Dios en la tierra que quieren que creamos. 


30. Las pinturas rupestres. ¡Uhh! ¡Pintaban con sangre! ¡Animales! Mi sobrino de 1 año con un pintalabios lo hace mucho mejor.

Escrito por jimirodriguez

lunes, 28 de julio de 2014

Tres segundos (o cómo nos estamos acostumbrando a ver imágenes horribles y no hacer nada).

Estás loco. Eres un demente. Has perdido la cabeza. 

¿Y sabes por qué? Porque te estás acostumbrando.

¿Te suena esta imagen? Es un padre con su hijo muerto.




Y ahora, tres segundos después. ¿Qué opinas de esta otra imagen?



A que ya se te ha olvidado la primera. Y solo han pasado tres segundos.

Claro. Porque te estás acostumbrando.

Y no haces nada. Cada día, cada hora, ves este tipo de imágenes en tu ordenador. En tu televisión. En un periódico gratuito. 


¿Y qué haces? Nada. Porque te estás acostumbrando.

Piénsalo. No eres humano. Está en nuestros genes saltar como un guepardo a luchar por tu especie cuando ves una imagen como esta. 


Y tú eres capaz de ver esta imagen, saber lo que ha pasado ahí y a los tres segundos sonreír y pensar en otra cosa. 

¿Sabes lo que tarda un presentador de un telediario en cambiar de esta imagen...


...a esta otra?

tres segundos


Tres se-gun-dos. 

Que es el tiempo que tardas tu en dejar de sentirte mal y volver a tu vida.

¿Te suena esta señora? 




Si, ¿verdad? Es esa que llora en la tele porque una bomba, sea del bando que sea, acaba de destrozar su casa y desmembrar a sus tres hijos. ¿Y qué piensas cuando la ves? ¿Te pones en su lugar? ¿Te levantas de tu sofá o de tu silla e intentas hacer algo? 

Estás loco. Has perdido la cabeza. ¿Qué falla en tu genética que hace que no llores cada vez que ves una de estas imágenes, que no dejes todo lo que estés haciendo y busques una manera de colaborar?




Pues a los tres segundos, ya estás a otra cosa.

Corre. Es urgente. Ve a un psicólogo. Porque has enloquecido. Él te puede ayudar. Te costará meses de terapia y unos cuantos cientos de euros, pero puede que lo tuyo aún tenga cura.

O mejor aún. Más fácil. Espera tres segundos, vuelve a la ventana de donde hayas venido, y sigue navegando tranquilamente.