lunes, 28 de febrero de 2011

Eat-a-book


Photo by Jimirodriguez

sábado, 19 de febrero de 2011

Silencio ensordecedor.

Photo by Jimirodriguez

Las ciudades emiten un silencio bello y ensordecedor.

¿Alguna vez habéis salido de una casa, a las 9 de la mañana, en un estado absolutamente lamentable?

La ciudad a esas horas de la mañana es aterradora. Ya no se puede oír el silencio que anoche te arropaba:

Las luces de la noche, los grupos de gente más pequeña que tu haciendo lo mismo que tu hacías cuando eras tan pequeño como ellos, los gritos, los taxis que pitan, las prostitutas de la Gran Vía, los maricas puestos de Ketamina de la puerta del Ohm,calimochoenbotelladecocacolacortadayquemadaparaquenocorte, la chica que llora porque el chico no llora, los coches con 5 bacalas amantes de las pastillas escuchando CACA en un equipo de música que vale todo su sueldo de reponedor, la "¿celveza?", las colas en los cajeros que expenden papel que se intercambia por Alcohol, los grupos de mujeres riendo nerviosamente con pollas en la cabeza, el vamos al baño o nos metemos un llavazo, los cruces de miradas que empiezan en un momento mágico y acaban en NADA...

La ciudad, en definitiva, ha dejado de gritar lo que nadie escucha.

Soy un paleto urbanita. Me encanta el ruidoso silencio de las ciudades.

Símplemente no podría vivir en otro sitio.


jueves, 3 de febrero de 2011

Manifiesto Ateo.

Soy ateo practicante.

Rechazo la existencia de Dioses y si algo bueno me ocurre, algo habré hecho para ello. No creo en Dios, no creo en los espíritus ni en los fantasmas. No existe una sola prueba fehaciente de que existan.

Por cierto: la suerte tampoco existe; la suerte se busca.


Cuando morimos, somos carne que se pudre, y nuestro alma es nuestro legado: todo lo que hayamos hecho o creado que perdure en el mundo de los vivos (el único mundo). El alma de Mozart, Picasso, Anna Frank o Bukowsky es infinitamente mas relevante que el de la monja que murió la semana pasada en la parroquia de tu barrio. La única diferencia es que ellos follaron, bebieron, ayudaron, transgredieron, crearon, fueron buenos con el prójimo (algunas veces no tanto) y apuraron la vida al máximo. Y todo ello porque les salió de dentro; sin la amenaza del infierno acechándoles día y noche, que tiene mucho más mérito.


Photo by Jimirodriguez.

La iglesia, en definitiva, es una empresa más. Tiene su obra social, sus comerciales, sucursales por todo el mundo, su Director General, reuniones con socios...Tan mala como la compañía que comercializa las pulseras Power Balance. Tu sabrás si decides comprarlas o no, pero ellos tienen la libertad de seguir haciendo dinero a través del engaño, con el riesgo de que algún día les pillen y tengan que pagar una minúscula multa.

En definitiva: creo en la humanidad, estoy seguro de la existencia de vida extraterrestre, creo que Elvis está vivo y estoy convencido de que una buena canción te puede hacer volar. Pero no me hables de los panes y los peces, amigo, porque eso no cuela.